sábado, 3 de octubre de 2015

ENTREVISTA PSICOLOGICA



ENTREVISTA PSICOLÓGICA

Definición de entrevista.
La entrevista psicológica es una relación directa entre dos o más personas, que entraña una vía de comunicación simbólica, objetivos prefijados y conocidos, al menos por el entrevistador, así como una asignación de roles que significa un control de la situación por parte de aquel. Por tanto, es una relación interpersonal asimétrica.
La regla básica de toda buena entrevista consiste en obtener datos completos del comportamiento total  del entrevistado en el curso de la entrevista, el cual incluye no sólo lo que se recoge con la función de escuchar, sino también de vivenciar y observar.


Clasificación de la entrevista.
Se pueden clasificar en entrevista abierta o libre, semidirigida o semiestructurada y cerrada o estructurada.
La primera consiste en que el entrevistador asume un rol no participante, dando al sujeto la consigna de que hable de lo que desee, sin limitarlo. La estructurada, en cambio, se compone de preguntas preestablecidas a través de las cuales el entrevistador busca obtener determinada información de su interés, guiando la entrevista. Entre estas dos modalidades se encuentra la entrevista semiestructurada, donde el entrevistado habla sobre lo que desea pero el entrevistador puede introducir preguntas o pedir aclaraciones sobre puntos que hayan quedado confusos o se quieran ampliar.

Momentos de la entrevista
Ulloa (1986) distingue diferentes momentos en el curso de una entrevista, y cada uno de ellos implica un manejo técnico particular.

a. Preentrevista
b. Apertura
c. Acontecer propiamente dicho
d. Cierre
e. Postentrevista.

La preentrevista es el primer contacto con la  persona. Este puede ser directo (con la persona interesada) o indirecto (por intermedio de un derivante: un profesional, un familiar, por ejemplo) a su vez puede ser personal, telefónico o por correo electrónico. Siempre es un momento breve pero debe ser aprovechado para recabar la mayor cantidad de información posible acerca del consultante. Desde datos simples como nombre,  edad, hasta observaciones sutiles como su postura corporal, vestimenta, tono de voz, escritura, deben ser tomados en consideración. También resultan valiosos los aportes  indirectos, comentarios y observaciones realizadas por un familiar o derivante.
Vale decir, en la preentrevista se debe considerar la existencia o no de derivante, el tipo de derivante, la vía elegida para el pedido de la entrevista, quien la pide (el mismo o un tercero), modalidad del pedido (urgencia, especificidad y claridad del pedido, aceptación o no de las primeras indicaciones).
Estas referencias preliminares nos permiten comenzar a trabajar, con un mínimo conocimiento del sujeto. Desde el primer contacto directo con él podemos pensar en algunas hipótesis que son probadas durante todo el transcurso de nuestro trabajo para ser confirmadas o desechadas, revisadas o modificadas.

Apertura. Una vez que el interesado ha llegado, comienza la fase de apertura de la entrevista, que incluye dos elementos fundamentales: el establecimiento del encuadre y la instalación del rapport.
El encuadre significa el mantenimiento de ciertas constantes durante el proceso: ámbito físico, tiempo, duración, honorarios, rol del profesional y rol del consultante.
Establecer un buen rapport significa lograr un adecuado clima de trabajo, cálido, amable y ameno, respetando los estilos personales. Significa lograr un clima emocional relajado y distendido, donde el entrevistado pueda expresarse libremente, confiando en la comprensión y pericia del profesional. El consultante debe sentirse cómodo y comprendido por alguien que tiene una cierta autoridad, especialización e idoneidad.
En el momento de la apertura es donde aparecen intensas ansiedades, tanto en el entrevistador como en el entrevistado. En este momento el profesional debe controlar su ansiedad y lograr que el entrevistador confíe en él para aliviar su ansiedad.

La entrevista propiamente dicha puede darse a partir de la consigna del entrevistador "¿Qué te trae por acá?" o "¿En que puedo ayudarte?".
Toda entrevista produce en los participantes una serie de expectativas explícitas e implícitas que configuran un campo especial dentro del cual se va desarrollando el proceso. Parte de estas expectativas estarían incluidas dentro del fenómeno transferencial - contratransferencial. Estos conceptos, introducidos por el Psicoanálisis hacen referencia a lo que sucede en los actores de la entrevista, vale decir, en los sentimientos que se despiertan en el entrevistador y en el entrevistado. Por transferencia entendemos los sentimientos que surgen en el entrevistado con respecto al terapeuta. Así, un paciente puede sentir confianza, admiración, cariño, como también, bronca, celos, enojo, etc. Sin embargo estos sentimientos no se refieren estrictamente hacia el psicólogo, sino que los extrae de sus vínculos pasados. Es decir, "transfiere", saca de otro lugar, y deposita en él sentimientos que originalmente corresponden a otro vínculo.
Por su parte, el Terapeuta también experimenta ciertos sentimientos hacia su paciente. Lo mismo que lo que ocurre en el consultante, estos sentimientos del profesional corresponden a sus experiencias pasadas, a situaciones de su vida personal y los deposita en el paciente.
La entrevista psicológica debe entenderse  como un campo con determinadas características:
Entre los participantes se estructura un vínculo del que depende todo lo que acontezca en la entrevista.
El campo debe configurarse especialmente por las variables que dependen del entrevistado.
El entrevistador controla la entrevista, pero quien la dirige es el entrevistado.
Debe tener un encuadre fijo.
El campo de la entrevista es dinámico, está sujeto a un permanente cambio.
Cada situación humana es siempre original y única, por lo tanto la entrevista también lo es.

El cierre se llevará a cabo según cómo se haya desarrollado la entrevista, es el momento de finalización del encuentro. En general se realiza una sintesis de lo trabajado y se dejan abiertos algunos temas para que continúen operando como puntos claves prs ser analizados.

La postentrevista. En este momento el profesional organiza el análisis del material obtenido durante la entrevista. Puede formular nuevas hipótesis y programar cómo continuara trabajando.

ESTRUCTURA DE LA ENTREVISTA

Apoyándose en la teoría de la praxis la entrevista clínica inicial se compone de las siguientes partes:

1. Recepción y saludo. –Duración de 5 a 20 segundos–

2. Datos básicos y establecimiento de empatía o rapport –Duración de 2 a 3 minutos–

3. Psicograma : ¿Con cuántas personas vive? De cada una tomar los siguientes datos:

•Nombre propio (sin apellidos)
•Parentesco
•Edad
•Ocupación
•Escolaridad
•Carácter o manera de ser (en dos o tres palabras) –Duración de 2 a 4 minutos–

4. Motivo de la consulta: ¿Qué es lo que le decidió a venir con un psicólogo?
–Duración menos de 3 minutos–

5. Exploración del cuadro clínico (síntomas o preocupaciones: inicio, intensidad, precisión semántica o cualitativa, duración, frecuencia, asociación con acontecimientos o situaciones) –Duración entre 3 y 10 minutos–

6. Historia directa de la dinámica del cuadro clínico (antecedentes, evolución de las relaciones en conflicto desde su origen, búsqueda de las dinámicas que provocaron directamente el cuadro clínico anterior). –Duración entre 5 y 15 minutos–

7. Historia general o contexto de vida.

a) Exploración de etapas generales de la vida buscando elementos relacionados con el cuadro clínico: primera infancia (0 a 6años); segunda infancia (6 a 12 años); adolescencia (12 hasta independencia económica si la hay); adultez joven (hasta los 40 años); adultez madura (40 a 65-70 años); senectud (más de 70 años). –Duración entre 10 y 20 minutos–
b) Exploración del significado dinámico-casual de etapas especiales: cambios de casa, matrimonio, primer hijo, cambios de trabajo, pérdidas o ganancias emocionales importantes, etc. –Duración entre 10 y 20 minutos–
c) Exploración muy general de la historia de los padres o sus equivalentes.
–Duración entre 5 minutos–

8. Explicación de conclusiones al paciente:

a) Cuáles son las causas evidentes de su problemática
b) Cuáles son factores hipotéticos que intervienen en la problemática
c) Cuáles son los elementos favorables desarrollados por el paciente que copensan los factores negativos
d)Qué elementos de la dinámica de vida del paciente han sido o pueden ser positivos para la salud mental del paciente
e) Retroalimentaciones del paciente y aclaraciones de sus dudas–Duración 5 a 15 minutos–
9. Explicación de pronósticos probable a partir dela dinámica de vida actual

a) Sin ayuda profesional terapéutica
b) Con ayuda profesional terapéutica
c) Retroalimentaciones y aclaraciones de dudas del paciente.
–Duración entre 5 y 10 minutos–

10. Generación de 2 a 6 propósitos inmediatos por escrito
–Duración entre 2 y 5 minutos–

11. Despedida y cobro de honorarios (1 o 2minutos)

Total de duración mínima: 54 minutos
Total de duración máxima: 110 minutos (1 hora, 50 minutos)
Duración promedio: 1 hora 22 minutos.
Las duraciones son indicativas y no prescriptivas, por lo que pueden variar en cada caso.

CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN ENTREVISTADOR CLÍNICO

1. Su voz es serena, audible y segura.
2. Su posición corporal refleja seguridad, profesionalismo y serenidad.
3. Sus movimientos son seguros, profesionales y serenos.
4. Establece rapport o empatía con naturalidad y agilidad en forma oportuna.
5. Mantiene contacto visual con el paciente más del80% del tiempo, sobre todo al principio de la entrevista.
6. Toma los datos básicos completos, con precisión y agilidad.
7. Recaba con precisión y agilidad, en forma horizontal, el psicograma.
8. Pregunta con naturalidad y precisión qué es lo que hizo que el paciente decidiera acudir a consulta psicológica.
9. Evitar hacer preguntas sugeridas.
10. Evitar repetir preguntas que ya han sido respondidas.
11. Razona sus preguntas pero no titubea o genera silencios prolongados.
12. Se expresa con precisión y lenguaje accesible para el paciente.
13. Promueve que el paciente se explaye suficientemente en sus respuestas.
14. Se muestra comprensivo de los sentimientos, pensamientos y acciones del paciente.
15. Evita refutar agresivamente u ofender al paciente.



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